miércoles, 12 de mayo de 2010

EL NUEVO MUNDO




Las calles estas vacías,
Los edificios están desolados
Las mentes están desabridas
Y los pensamientos a la deriva

Los proyectos están caídos
Las construcciones están sin estructura
Las canciones están sin melodía
y arte, se ha vuelto en porquería.

El sol se detiene a medio día,
La luna sale al amanecer para quedarse todo el día
El sol se impone,
sin reflejo a medio día
Y las estrellas, te miran,
como si fueras una simple inmundicia.

La luz carece de brillo
La oscuridad parece un estallido
El silencio genera el olvido
Y el corazón, ya no tiene latido.

¿En que indescriptible vació
se ha convertido nuestro mundo?

Cochasqui, agua del frente de la mitad.



El pasado 16 de julio del 2009, murió uno de los arqueólogos más influyentes para la arqueología social latinoamericana. Como claramente lo dice Jorge Marcos en uno de sus escritos, “Ha fallecido Lenin Ortiz Arciniegas, dejándonos huérfanos de su jovialidad y de su clara inteligencia. La arqueología social en el Ecuador ha quedado sin abanderado que la lidere”.

Es precisamente esa jovialidad, clara inteligencia y lucha constante a favor de la preservación de nuestra identidad andina, que llevó a Lenin Ortíz a publicar su ultimó libro, haciéndonos herederos de un estudio minucioso, práctico y muy completo del Complejo Monumental Arqueológico de las Pirámides de Cochasquí al cual, el autor dedicó más de 30 años de estudio.



En la primera parte del libro, se puede apreciar aquellos aspectos geológicos, geográficos e históricos presentando una cronología adecuada donde expone a Cochasquí como un yacimiento arqueológico de asentamiento cultural Quitu-Cara comprendido entre los años 850 d. C y 1550 d. C. La explicación de las distintas técnicas utilizadas para llevar acabo la contracción de las pirámides y de tumbas funerarias, pone a conciencia la importancia del desarrollo tecnológico de la época y sobre todo, hace énfasis en el amplio conocimiento y buen manejo de matemáticas, física y geometría, haciendo de esta cultura una sociedad capacitada en el manejo de las ciencias.

Si bien la Misión Arqueológica Alemana liderada por Udo Oberem aportó con varios datos de consideración al estudio de Cochasquí, también trajo consecuencias devastadoras que deterioraron el sitio. La metodología puesta en práctica después de los estudios efectuados por la misión alemana en Cochasquí, fue muy pobre e inclusive viola estatutos de preservación acordados en “la carta de Atenas”, ya que no tenían una conciencia real de la importancia cultural del sitio en el cual trabajaban.

Es precisamente este descuido metódico , el argumento primordial que Lenin Ortíz pone a consideración para proponer una recuperación de Cochasqui mediante la puesta en valor social del sitio arqueológico. Este es uno de los puntos más importantes que en ninguna otra publicación de Cochasquí se propone. La recuperación total del sitio para preservar nuestra identidad y nuestro patrimonio cultural, se efectuará siempre y cuando se deje a un lado la perspectiva eurocentrista que hasta la fecha se mantiene.

En la segunda parte de la publicación, el autor expone su lado interpretativo del sitio arqueológico tomando en cuenta distintos patrones culturales de asentamiento que presenta Cochasquí. De esta manera, propone las siguientes hipótesis sobre la ocupación y las tecnologías del yacimiento como por ejemplo: cultos religiosos a los muertos y al agua; la función de los monumentos ; organización social; modos andinos de producción; patrones de asentamiento y proceso urbano; efectos económicos; religión y cultura.



De esta manera se puede entender desde la perspectiva del autor, el amplio funcionamiento del sitio durante su período de ocupación. Según investigaciones realizadas por Lenin Ortíz, se llegó a la conclusión de que la cultura Quitu Cara manejaba un amplio conocimiento astronómico y de observación climática por lo cual pudieron elaborar un calendario agrícola acorde con los modos andinos de producción, mucho antes de la influencia incaica.

Por otro lado, se menciona que las pirámides tenían una amplia actividad como centros ceremoniales. El hallazgo de más de 600 cráneos dentro de la pirámide número nueve evidencia los sacrificios humanos efectuados y por ende, toda una simbología meramente religiosa de gran significado para las culturas andinas.


Finalmente, me gustaría resaltar una característica muy peculiar de esta publicación que le da un valor agregado. Como lo dice el arqueólogo venezolano Mario Sanoja, “podemos considerar la obra como un modelo de arqueología social latinoamericana” por que el libro propone una perspectiva social hecha desde el pueblo y para el pueblo con el afán de devolver a las comunidades indígenas una memoria valorizada de nuestra raíces antiguas. De esta manera, Lenin Ortíz no solo nos propone un perspectiva científica sobre Cochasquí, sino que al mismo tiempo propone al lector la necesidad de recuperar por medios propios, la conciencia social valorativa de los pueblos indígenas que se ha ido perdiendo al pasar de los años mediante la imposición de modelos euro centristas. Así, podemos hacer referencia a la frase luchadora que acompaño a Lenin Ortiz durante toda su vida y que sin duda alguna, refleja el verdadero contenido del libro:“porque un pueblo sin pasado es fácilmente dominado y explotado”.


LENIN ORTIZ: Cochasquí, el agua del frente de la mitad. Quito, Fondo editorial Letras, 2009.

PIENSA


“ El que no vive como piensa, acaba por pensar como vive”.
Paul Claudel

Las personas que conforman nuestra sociedad actual, se han concentrado en construir una imagen ilusoria que logre transmitir un prototipo personal de educación, moralidad, inteligencia y lujo. Así, mucha gente ha reprimido sus pensamientos, sus creencias, sus gustos y hasta sus sentimientos con tal de parecer “aceptables” dentro de la actual hipocresía social. Por otro lado, usted se preguntará, ¿ qué es lo que se considera aceptable según la sociedad? Pues bien, debido a que ésta sociedad regula todo de acuerdo a la superficialidad de las cosas, el hecho de permanecer sumiso y callado frente a las cosas que nos molestan, el tener un carro de lujo e inclusive el de pensar de acuerdo a la tendencia ideológica, política o religiosa de moda, constituye una acción aceptable porque ratifica el posicionamiento y la dominación del status quo sobre el cambio y el progreso. Por otro lado, me pregunto yo, ¿qué sería del mundo sin la gente rara, extravagante, auténtica y arriesgada que actúan con honestidad y respeto hacia ellos mismos al darle crédito a su propia originalidad?. Como lo decía Alberto Einstein (1961), “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” (p.p 5). De esta manera, muchas son las personas que al no vivir por iniciativa propia, no logran efectuar acciones honestas por que simplemente reprimen y rechazan lo que verdaderamente son y por ende, tienden a llevar una vida llena de falsedad, hipocresía y apariencia que los pone en un estado de estupidez haciéndoles creer que su existencia y su vida es verdadera.

En el día a día, uno se ve obligado a interactuar con una infinidad de personas que tienen su propia manera de ver el mundo, y por ende, tienden a actuar, a pensar, a hablar y a sentir bajo una filosofía personal de vida. Este suceso, se ve relacionado con la primera parte de la oración de Claudel la cual expresa que hay que “vivir como se piensa”. El mensaje trasmitido en esta parte, constituye el hecho de que cada uno de nosotros tenemos la capacidad autónoma e independiente de actuar, vivir y realizar las acciones de nuestra vida de acuerdo a nuestros pensamientos. Por ejemplo, el hecho de que alguien actúe como una persona emprendedora y con iniciativa de cambio, la cual se exija así mismo a tal punto de sobre pasar sus limites personales con tal de generar objetivos que logren trascendencia, se debe a que supuestamente, esa persona tiene esa forma especifica de ver la vida. Así, las personas que realmente han generado cambios importantes y trascendentales, son aquellas que se respetan así mismos. Por esa razón, le dan protagonismo a su originalidad, a su extravagancia personal y a su distinta forma de pensar y ver este mundo. Nombres como el de Einstein en la física, Gandhi en la política pacifista o Picasso en la pintura, son un pequeño ejemplo de personas que verdaderamente se pasaron la vida actuando con identidad para exponer sus ideas de progreso frente a las de la sociedad mediante el simple ejercicio, de vivir como se piensa.

La idea que expuse en la introducción acerca de la falsa moralidad de las personas que reprimen su verdadera identidad y pensamientos por tratan de crear una apariencia que los haga parecer “adecuados” para la sociedad, constituye una contrariedad a lo que vine postulando en el anterior párrafo. En este caso, el no actuar como se piensa, representa una acción cobarde, hipócrita y falsa que insulta nuestra integridad como personas inteligentes, independientes y reales. Por ejemplo, si Gandhi se hubiera dejado llevar por los preceptos racistas y dominadores de la India inglesa de su época, capaz hubiera reprimido y ocultado como las demás personas, su pensamiento, su critica y su movimiento pacífico independentista. De esta forma, Gandhi se habría traicionando así mismo al decir y actuar una cosa mientras pensaba en otra, porque no hubiera habido veracidad ni sinceridad consigo mismo. De igual manera, si Picasso hubiera reprimido su forma personal de ver el arte, capaz el cubismo no existiría y de igual manera, él se hubiera estado insultando y engañando así mismo porque estaba renunciando a su esencia como artista. De esta forma, es penoso ver como las personas no se atreven a actuar de la misma manera en como piensan, ni a llevar las riendas de la vida de acuerdo a su propia originalidad e identidad por miedo a la represión social y al hecho de parecer un loco o un tonto con pensamientos extraños.

Durante toda la vida, creemos que el ser personas normales constituye el simple hecho de introducirnos cada vez más en la sociedad mediante la realización de algunas acciones cotidianas las cuales son ejecutadas por todo mundo. De esta manera, falsamente suponemos que si creamos un prototipo personal el cual pueda ser “aceptable” para la sociedad, posiblemente pudiéramos adaptarnos bien en ella. Por esta razón, a veces somos capaces de renunciar a lo que verdaderamente somos, a nuestra originalidad y a nuestra verdad como individuos para que las demás personas nos acepten.

Así, la reflexión de Claudel es muy válida ya que “el que no vive como piensa, acaba por pensar como vive” porque el no vivir de acuerdo a nuestros pensamientos, nos lleva a pensar con desesperación que nuestra vida es una completa ilusión de la cual no tenemos más remedio que vivir como los demás. Por esa razón, algunas personas desechan su dizque identidad y adoptan otra, por que no son lo suficientemente inteligentes como para actuar de acuerdo a lo que quieren y a lo que desean. Por eso la frase de Rene Descartes dice “ primero pienso, luego existo”, por que precisamente nuestra existencia se basa en la manera propia de pensar, nuestras acciones nos constituyen como personas dueñas de una identidad y en la aplicación de pensamientos reales en nuestras vidas. Por lo tanto, si no se vive como se piensa, no seriamos capaces de dejar huella en este mundo porque siempre nos la pasaríamos pensando en vivir pero no en actuar, y si no se actúa, no se existe.